Los certámenes de belleza siempre han provocado una gran fascinación, por motivos obvios. Reunir a tantas mujeres hermosas en un mismo lugar, compitiendo por ver quién es no solo la más linda, sino también la más preparada para llevar esa corona, es algo siempre especial. De hecho, en muchos países estos concursos de belleza se dan a edades muy tempranas, siendo las concursantes tan solo niñas, menores de edad que buscan cumplir los sueños de sus madres. Aprenden talentos, resaltan su carisma… Para muchos, esto supone una auténtica obscenidad, una explotación infantil encubierta, hasta el punto de que estos certámenes con menores han sido repetidamente denunciados. Se ha llegado a asegurar que en algunos de ellos han sexualizado a menores, con todo lo que eso significa, y en una sociedad como la actual, este tipo de eventos ya no tienen cabida. De hecho, ya hay una parte de la población que incluso ha mostrado su descontento con los concursos de belleza tradicionales.
Estos están bajo la lupa del nuevo feminismo y las nuevas corrientes sociales, en tanto que se considera que las mujeres, en estos concursos, son tratadas solo como objetos sexuales. Si bien se sabe que los certámenes de belleza ya han evolucionado bastante en los últimos años, y hay diferentes formas de valorar a las concursantes, más allá de su físico, este sigue siendo el valor inconfundible de estos eventos. Para muchas mujeres, juzgarlas solo por su apariencia ya es motivo suficiente para que se acaben este tipo de concursos. La popularidad de estos certámenes ha caído en picado de un tiempo a esta parte, y la cosa parece ir a más, porque se están descubriendo numerosos escándalos alrededor de este tipo de concursos. Siempre ha habido rumores de favoritismos, de enchufes e incluso de tratos de favor a cambio de ciertos servicios por parte de las chicas. Habladurías que en muchos casos solo tenían como objetivo derribar a la organización de estos concursos, por el motivo que fuera. Sin embargo, tal y como se destapó hace unos años en Venezuela, tal vez estos chismes no estuvieran del todo equivocados, al menos en el certamen de belleza nacional.
Un certamen con mucho prestigio
El certamen de Miss Venezuela es toda una institución en el país. Y es que en muchas ocasiones, las ganadoras de este concurso también han sido coronadas como Miss Universo, siendo de hecho una de las naciones que más reinas de la belleza ha aportado. El prestigio logrado gracias a esos títulos siempre ha puesto al concurso en el punto de mira internacional. Desde hace años, Venevisión era la encargada de retransmitir el certamen a medio mundo. La televisión del Grupo Cisneros, es una de las más importantes en Latinoamérica, y contaba con este certamen como uno de los eventos del año. Al frente del certamen estaba Osmel Sousa, un cubano que arribó a Venezuela décadas atrás y se convirtió en el jefe de todo este conglomerado, durante más de cuatro décadas. Su salida del concurso a principios de 2018 fue sorpresiva, pero era solo un anticipo de lo que estaba por llegar.
Chicas hermosas buscando cumplir un sueño
En un país como Venezuela, ser reina de la belleza es el sueño de cualquier niña. El mercado laboral no aporta muchas salidas, y para una mujer, las cosas están aún más complicadas. Son muchas las que terminan emigrando, en busca de un futuro mejor lejos de su país. Las que se quedan y sueñan con llegar a vivir de su belleza se esfuerzan por conseguir el cuerpo perfecto. En la mayoría de ocasiones, utilizando la cirugía estética para lograrlo. De hecho, Venezuela es, junto a Colombia, el país latinoamericano con mayor número de operaciones estéticas. Para muchas chicas, tener la figura perfecta es una obsesión. Y es por eso que el objetivo último de muchas de ellas no es solo triunfar como modelos, sino llegar a Miis Venezuela y proclamarse vencedoras para presentarse a Miss Mundo. Un sueño por el que a veces hay que hacer sacrificios.
En 2015 apareció un libro llamado Sin tacones, sin reservas, escrito por Patricia Velásquez, antigua candidata a Miss Venezuela. En él, la modelo afirmaba que antes de alcanzar la fama ejerció la prostitución, o más bien, compartió ciertos servicios sexuales con algunos hombres importantes, a cambio de dinero o favores. Esta declaración pasó desapercibida en su momento, pero sería resaltada poco después, en 2018, cuando todo el escándalo de las misses y la prostitución se empezó a destapar. No fueron dos o tres, sino varias las chicas que aseguraban que habían recibido ciertas ofertas indecorosas a la hora de llega lejos en el concurso. Rumores que comenzarían a sonar muy fuerte por las vinculaciones de muchas de esas chicas con altos cargos chavistas.
Escándalos de prostitución y corrupción
Sousa dejó su cargo a principios de 2018 después de cuatro décadas llevando el concurso adelante. Aseguró en su momento que lo hizo por no llegar a acuerdos con los jefes de Venevisión, otra de las encargadas de la emisión y organización del certamen. Pero justo en ese momento comenzaron a aparecer declaraciones de varias ex candidatas, en las que aseguraban haber recibido ofertas obscenas, de parte del propio Sousa, para llegar lejos en el concurso. De hecho, algunas de ellas aseguraron que para llegar a ganar el título, cualquier chica debía contar con un patrocinador, un hombre rico que pagara por su participación. Está claro que ese patrocinio no se daba de manera gratuita, sino que a cambio, las chicas debían ofrecer sus servicios de compañía, e incluso sexuales.
Entre acusaciones de varias de ellas, autoinculpándose como enchufadas y señalando a otras compañeras, el escándalo se hizo más y más grande. Y es que comenzó a relacionarse a altos cargos del gobierno, así como a hombres de negocios, con esos patrocinios. Hay que aclarar que no solo van en contra del espíritu del propio concurso, sino que este tipo de conexiones serían ilegales en un país donde la prestación de servicios sexuales está prohibida. Pronto se comenzó a hablar de una red de prostitución dentro del evento, algo negado desde la organización en un primer momento, pero que posteriormente sería investigado.
Miss Venezuela hoy
El concurso de Miss Venezuela, uno de los más prestigiosos certámenes de belleza internacionales, quedó en suspenso en aquel 2018, ante tan graves acusaciones. La investigación por parte de Venevisión no llegó a una conclusión clara, pero al año siguiente, en 2019, el certamen volvió a tener lugar en las mismas condiciones, aunque ya sin Sousa como máximo mandatario. Actualmente, el certamen se sigue celebrando, todavía con la duda de la existencia de esa red de servicios sexuales que muchas han denunciado. El prestigio del concurso se ha visto gravemente dañado, y a estas alturas es probable que no vuelva a recuperarse, al menos en un tiempo, dada también la tibia respuesta de la organización al asunto cuando saltó el escándalo a la prensa.